Los soldados están cayendo de uno al presidente. El leñazo de indulgencia para Matías Kulfas caldo de manos de Cristina Kirchner, luego de un eficaz perfectamente engrasado que incluyó a funcionarios que le respondieron, quienes acusaron al Ministro de Desarrollo Productivo de sumar «operaciones off line» para perjudicarla.
El penúltimo episodio de la telenovela de estas horas tuvo que ver con una serie de menciones que hizo la vicepresidenta en su discurso por el Centenario de YPF sobre la empresa que va a proveer la placa para las tuberías del gaseoducto Néstor Kirchner . Con algunos giros, pero para que no quedaran dudas de que se trataba de Paolo Rocca, echó a rodar la pelota, volvió a insistir con una vieja prédica y acusó al patrón de aceptar las líneas de producción a Brasil.
Esa misma confusión, Kulfas se quitó el sobretodo y dijo por radiodifusión, sin demasiados detalles, por cierto, que no había participado en la subasta para el suministro de chapa de 35 milímetros de espesor, pero sí aclaró que IEASA , la empresa afirma que es la continuación de Enarsa que maneja «clan muy cercana al vicepresidente» (La Cámpora) y que tiene un presupuesto millonario. El kirchnerismo se asustó porque al día subsiguiente el ministro armó un insólito «eficaz político» que incluyó un mensaje «off the record» por WhatsApp dirigido a la prensa, reiterando que fue el IEASA quien armó la subasta «a la medida de Techint». . Y se agregó que las láminas de 31 milímetros perfectamente podrían activo sido compradas a Laminados Industriales SA, que las produce en Villa Constitución. Una verdadera recriminación de corrupción, en su caso.
Cuando el IEASA refutó en un comunicado (que mostró una copia del mensaje) algunos argumentos del entonces ministro, en específico una pifia sobre las válvulas aún no adjudicadas, Cristina se encendió y descargó en un tuit contra Kulfas, autor de “Los tres kirchnerismos”, un volumen que ella había dicho que está «contra nosotros». Entonces, Alberto Fernández -quien tras sus promesas en Europa, hace poco más de un mes había organizado un acto bajo el singladura de Vaca Muerta para ratificar la intención de poner en marcha el gaseoducto en agosto- mordió el arponcillo, se solidarizó con su número supuesto. dos, siguió la caída de tangente que recibió en Technopolis y finalmente usó su pluma. Conclusión de la primera temporada: el fin de Kulfas como ministro, aterrizaje empachado de incertidumbre para Daniel Scioli y barbas empapadas para Claudio Moroni y Martín Guzmán, sobre todo.
Es que ni psicológicamente ni mucho menos políticamente, el vicepresidente es una persona a la que se le puede opinar que no. Su psique no lo tolera, arremete contra quien se atreve y actúa como una reina de la Edad Media delante sus súbditos, a los que ordena permanentemente hacer lo que ella piensa, necesita u ordena. Cuando odia, odia. Decir «usa la pluma» al Presidente de la Nación en divulgado es ausencia menos que almacenar su investidura para que tome las decisiones que ella quiere que se tomen. Se prostitución ausencia menos que de una orden «urbi et orbi» para denigrar en este caso a la persona que ella nombró como número uno, pues es poco que lleva un prescindible interpretativo irremediable «para que hagas lo que yo quiero».
Un método tan imperativo, que en el caso de Cristina nunca se detiene a ver si lo que se dice es verdad o mentira, parece poco antidemocrático para los habitantes del siglo XXI, a pesar de los cambios que se están produciendo rápidamente en el mundo para demostrar la autocracias. Cuando se recibían órdenes de España en las colonias, los funcionarios locales decían como eslogan que «se cumple, pero no se cumple». Imposible objetar así hoy al vicio porque su furor se vuelve incontrolable. Esta muestra de intolerancia probablemente sea mucho menos difícil de tragar para una sociedad como la Argentina de hoy, permeada desde hace tres o cuatro generaciones por el acelerar del Estado como palanca de vida y por la imperiosa requisito de tener siempre un/a conductor. para resolverlo Conoce a Cristina con qué bueyes ara.
En el fondo a los ciudadanos no les importa que para atender sus devaneos personales, generalmente definidos en tangente de cómo le va a cada uno en la tienda, al final se lo complique el predilecto, pero siempre debe ser cualquiera que sea necesario como una relato, aunque sea para echarle la tropiezo cuando las cosas van irremediablemente mal. En esa tangente circular y poco edificante de ir y retornar de Gloria a Devoto sin ruptura de continuidad, de la que la historia de los últimos abriles está llena de ejemplos (Malvinas, Alfonsín, Convertibilidad, Macri), la sociedad deberá aceptar en algún momento su tremenda responsabilidad. en lo que le ha estado pasando en la Argentina durante décadas, sobre todo si verdaderamente quiere cambiar. Al respecto, que Lionel Scaloni no se extienda.
A los dos componentes de dureza extrema mencionados para constreñir la personalidad de la vicepresidenta, hay que sumarle una gran dosis de seducción, casi de puchero de la época en que la vicepresidenta era adolescente. La mano extendida al Presidente, la observación esquiva, el roce de las yemas de los dedos, los dedos entrelazados y la sonrisa de “no pero sí” que denuncian las fotografías de la mesa de Tecnópolis, son un ejemplo de la frente de seducción que ha construido Cristina transitar por la vida política con los insuperables logros que ha corto en materia institucional. Si perfectamente Fernández quiere cortarle el cordón, poco que ella no sabe, ha buscado en los últimos tiempos apaciguarla y esa es la única forma de explicar su adhesión a un esquema de ley torcido para asociar 20 jueces a la Corte Suprema. El Presidente sabe que no pasará por el Congreso, pero a la señora le debe caer perfectamente porque para ella la Justicia es su primera obsesión.
En el spot del Centenario de YPF se evidenció que él era el que estaba en el final escalón. Quienes interpretan sus posturas lo observan con la habitante metida entre los hombros, con paso corto y pesado, con la observación tenuemente devaluación y con cierta vergüenza al conversar como una constante en el atmósfera. La mención de Spinetta, que Cristina degradó con la cara, fue quizás el momento vivo de un nupcias que no se pone de acuerdo ni en las cosas más pequeñas de la vida, en un elegancia poético-musical, por ejemplo.
Pero fue la recriminación contra Techint la que desató los demonios, cuando pidió con su minucioso pero conmovedor estilo de opinar sin opinar, otra de sus señas de identidad, que la empresa de Rocca “traiga aquí” la producción de chapa laminada. Era un evidente traspaso de facturas al Presidente, que había cenado en Olivos con el patrón antiguamente de su excursión por Europa pocos días posteriormente de que otra empresa del conjunto (Tenaris Siat) se adjudicara, como único postor, el suministro de la chapa para construir el primer tramo del gaseoducto que llegará a Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, esquema que reducirá drásticamente las importaciones de gas.
La semana pasada hubo un cantidad que terminó por sacar a Cristina, ya que se autorizó un plazo en moneda extranjera para fertilizar suministros: “Alberto, hay un deporte nacional para embargar las reservas que están en el Banco Central bajo diferentes mecanismos, – dijo y se encargó de explicar de qué se trataba. “Chicos: no podemos seguir dándoles 200 millones de dólares para que paguen ustedes mismos en la filial que tienen en Brasil”, disparó a Techint más allá del verbo “apoderarse” que implica su profunda convicción de que el Estado es dueño de la propiedad privada extranjera. intercambio.
El delirio presidencial a España, Alemania y Francia había incluido un hat-trick para explotar la oportunidad de conseguir que los que vienen aporten los fondos necesarios para el tendido, ya que la zanahoria del Presidente fue que Argentina pueda proveer a Europa del gas que Rusia los niega. El esquema del gaseoducto, que lleva mucho más de dos abriles paralizado, necesita completar el itinerario, sobre todo para transitar por país mapuche, quienes ya han dicho que «habrá conflictos» si se realiza la consulta que aseguran prevén. no cumplida «la OIT y la ONU». El trazado de gasoductos deberá incluir además necesariamente las líneas a los puertos y la construcción en ellos de una o varias plantas de licuación, para inyectar el gas bajo la modalidad de GNL a los buques metaneros para que, a su vez, sea transportado a los compradores. Sin eso, la entrada de divisas a dos o tres abriles será una ilusión.
Todo esto parece que nadie lo ha explicado con claridad, ya que a los oficiales les encantan los anuncios grandilocuentes, con ese arcaico estilo K de esconder siempre el engranaje y despertar sospechas. Más de uno se pregunta a estas horas si la salida hace menos de una semana del responsable del gaseoducto, Antonio Pronsato, un hombre que formó parte de los equipos de Julio de Vido, no tiene ausencia que ver con todo esto que ha pasado. con tono escandaloso.
Es sabido que la odisea del kirchnerismo es infinita y que no se detiene, aunque sea para celebrar los 100 abriles de una empresa como YPF, que hoy rema casi hasta el fondo del mar a 4,50 dólares la influencia cuando en la En los 90 valía mucho más. La empresa hoy es una sociedad anónima con el 51% de las acciones en manos del Estado (el 51% de ese paquete pertenece a la Nación y el resto a las provincias) y hay un 49% en manos de particulares, acciones que Se puede negociar en las bolsas. Su valencia mayor en estos mercados lo alcanzó en 2005 cuando su capitalización alcanzó los US$ 27 mil millones y en 2014, cuando el ministro Axel Kicillof pagó US$ 5 mil millones por la porción que le quedaba al Estado (luego US$ 3.900 millones en intereses) ese valencia fue objetivamente en US$ 10 mil millones, valencia que cayó en 2015 a 6 mil millones de dólares.
Además, hoy los balances deberían acumular pasivos contingentes (US$ 14 mil millones en juicios muy complicados en Nueva York) que podrían desencadenarlo y en estos días, como empresa informante, es responsable de al menos el 55% (su coetáneo décimo en el mercado) de lo que le sucede a la Argentina productiva con la descuido de diesel. Casi ausencia en la historia del kirchnerismo en relación a YPF justificaba el elogio de Néstor Kirchner (entonces defensor, como su esposa, de la privatización llevada a lado por Carlos Menem), pero la vicepresidenta presentó al «tipo» en el centro de la campo como el gran hacedor e ignoró a Hipólito Yrigoyen que la fundó y a Torcuato de Alvear -dos radicales- que fue quien designó al normal Enrique Mosconi como primer presidente y motor de su despegue. Todo fue un panegírico de la papeleo Kirchner, la misma que ha llevado los números de la petrolera al desazón coetáneo.
El caso Techint, la manifiesta incursión contra un importante referente del sector privado y la docilidad del Presidente, pusieron un gran interrogante en el mercado de esta semana. Y mientras tanto, la clan que vota todos los días mira el partido desde las gradas y no se da cuenta de quién está lidiando con el desbarajuste crematístico y social de la Argentina. En normal, estas personas se sienten desplazadas por la envite por el poder que no resuelve nadie de los problemas, ni los macro (habrá que pedirle perdón al FMI) ni los micro, los que les atañen en vida y directamente a sus familias. , como la inflación, la pobreza, el desempleo formal y la inseguridad, en primer punto. De ellos y de esas cosas, de sus penas y sus luchas, no palabra ausencia esta serie, que parece avanzar inexorablemente cerca de un final incierto y sin nueva temporada a la apariencia.
* Para El Cronista